Sin embargo, con los nuevos dirigentes no llegaron los éxitos deportivos; si bien, continuaron con la nómina de jugadores colombianos, ese año y el siguiente el equipo terminó en la cola del campeonato. Ante ese panorama se decidió volver a contratar jugadores extranjeros y de esta forma se terminó con la segunda época de nacionalismo. En enero de 1960, tras dos años en los que la administración del equipo estuvo en manos de los jugadores (1958 y 1959), se anunció un relevo en la dirección del Nacional y los antiguos dirigentes retomaron la riendas del equipo.