Sus resultados además se vieron secundados por grandes actuaciones en la Copa del Rey, competición que disputó hasta la prohibición de la Federación a equipos filiales, y en donde eliminó a varios equipos de Primera División en sus participaciones. Sus partidos llevaban casi tantos espectadores como los partidos del primer equipo, como los partidos de Copa del Rey o frente al citado Bilbao Athletic con quien mantenía una gran rivalidad y disputa, y que llegaban a reunir hasta a ochenta mil espectadores.