En la región de Castilla-La Mancha las costumbres culinarias reflejan un origen de alimentos elaborados por pastores y campesinos. Entre las costumbres culinarias se encuentra el típico desayuno andaluz, que tradicionalmente se consideraba propio de jornaleros y que hoy en día se extiende por toda España. El kente era usado por hombres y mujeres, si bien los primeros usaban una única tela colocada alrededor del cuerpo y colgada sobre el hombro izquierdo, mientras que las mujeres empleaban dos telas, una alrededor del torso y otra en las caderas.