Desde mediados de siglo se apreció un cambio en las tendencias artísticas. F. C. Porto, en 2004, y Olympique de Marsella en 1993 se mantuvieron un año más como las últimas ocasiones en romper dichas tendencias. Con el trasfondo latente de una superliga europea, las discrepancias de la UEFA con numerosos clubes dieron finalmente con la instauración de La Superliga, una asociación de algunos de los clubes más influyentes de Europa como contraprestación a decisiones tomadas por el organismo europeo que creían en perjuicio del devenir de la competición y del fútbol en general.