Mestalla se burló varias veces de la grada deseando el descenso de categoría del Valencia CF. Una derrota en Mallorca (1-0) devolvió el miedo al valencianismo y convirtió en una final el partido de la penúltima jornada frente al Espanyol en Mestalla. Este gol hacía descender matemáticamente al Espanyol y daba casi la permanencia matemática al Valencia. Los catalanes necesitaban la victoria porque cualquier otro resultado les enviaba a la Segunda División, camisetas real madrid y el Valencia necesitaba la victoria para lograr la permanencia matemática.