Pero los autores solo buscaban probar que las letras del Clan hablaban de temas cotidianos, como el servicio militar pero también el hogar. En un principio la relación con Silvio Marzolini, al igual que con muchos de los entrenadores que lo dirigieron, no era del todo buena ya que no le brindaba las mismas prerrogativas que poseía en Argentinos Juniors, y tenía ciertas exigencias, en cuanto a concentraciones y entrenamientos, que Maradona no soportaba.